martes, 21 de septiembre de 2010

Día de calor


Los rollitos estaban muy buenos.

Creo que en esta tienda, junto al hotel reparan motos. Lo curioso es que la tienda es lo que se ve. Un metro cuadrado a lo sumo. Para cerrar, hace una pila en el hueco que le queda y cierra las persianas con cuidado no le caiga nada fuera.


Hoy hace mucho calor. Hemos tenido que deshacer los planes que teníamos pensados. Las otras familias han comprado una pizza y se han ido al hotel a comer porque ellos había salido un rato antes y los niños estaban llorando el calor. Nosotros hemos optado por coger un taxi e ir a comer al restaurante Koto que sabíamos que tenía aire acondicionado para después volver a los jardines del templo de la literatura a ver si a la sombra se estaba mejor. La comida estaba buena y como es un sitio para occidentales nos ha costado 17 euros, los dos. Luego hemos entrado a los jardines pero aquí el calor no perdona ni en la sombra. A Andrea le caían las gotas de sudor por la frente así que hemos decidido volver al hotel, darle un bañito, la merienda y a dormir la sieta. A esto último también se ha apuntado la madre.
Veremos si se está mejor cuando anochezca o sino, mañana dios dirá.

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